Los niños y niñas construyen el mundo a través de lo que les rodea, de lo que se les dice, mediante lo que se les explica. Su realidad es diferente a la nuestra, se forma a partir de sus experiencias con sus padres, familiares más cercanos, compañeros de iguales, barrio, etc.
Nuestra función debe estar encaminada a dar razones, exponer y aclarar las cosas, intentando a la vez, argumentar los porqués. A partir de aquí el niño o niña va a dar sentido y coherencia al mundo que les rodea.
La curiosidad en los niños y niñas nos pueden llevar a situaciones complicadas. Si vuestro pequeño o pequeña hace alguna trastada, (se escapa, se traga objetos,…etc), tenemos que actuar de la forma más adecuada para no provocar reacciones emocionales contrarias a las que vamos buscando. ¿Cuál debe ser nuestro punto de partida?
- Actitud positiva: intentar avanzar en el análisis y resolución del problema y no quedarse en los aspectos negativos que rodean al conflicto.
- Evitar reacciones emocionales: como ansiedad o miedo, intentando mejorar nuestro autocontrol emocional. El estrés y la ansiedad surge de la anticipación negativa en el resultado, es decir, visualizamos las consecuencias, también puede provenir de una valoración negativa de nuestras capacidades.
- Usar el diálogo: la comunicación es un herramienta para dar y recibir, compartir posturas y encontrar alternativas. Aprende a preguntar, pero sobre todo aprende a escuchar.
- Ser empáticos, o ponernos en el lugar del otro: intentando entender su punto de vista, comprendiendo las razones que le lleva a pensar o a hacer.
- Ser asertivo/a, no impongas un criterio porque sí: tenemos que aprender a darle valor a nuestras deseos y derechos sin provocar rechazo.
Si nuestro pequeño o pequeña suele tener comportamientos que lo o la exponen a una situación de peligro (se intenta escapar , se intenta comer algún objeto, etc…), debemos evitar tener una reacción emocional negativa, haciendo uso de un lenguaje positivo, usando el diálogo como la mayor herramienta para ser comprendidos y escuchados, pero también para comprender y escuchar, siendo empáticos y asertivos. ¿Qué debemos hacer frente a este tipo de situaciones?
- Viendo el problema con perspectiva: viendo la importancia que tendría en otro contexto o en el futuro. Debemos alejarnos de la situación problemática para verla con objetividad.
- Recoger información: Debemos observar el comportamiento y si está en edad de dar una respuesta a su comportamiento debemos preguntar el porqué, intentando razonar las consecuencias.
- Buscar las causas reales: No te limites a los factores más probables ya que esto reducirá las posibilidades de éxito a la hora de analizar el origen del conflicto.
- Estudia y prevee las posibles consecuencias: evitando reacciones emocionales negativas.
- Decide la solución más adecuada y cómo vas a llevarla a término: si tu niño o niña se escapa corriendo riesgo, plantéale esa situación para que quiera hacerla contigo.
- Pasar a la acción: Háblale pero sobre todo demuéstrale que estás ahí.
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